sábado, 19 de noviembre de 2011

El Orador y sus características.

En la publicación anterior hemos mencionado una serie de recursos y técnicas de expresión oral que permiten al/a la orador/a enfrentarse al auditorio, citaremos unas características que se deben tener en cuenta para establecer un buen proceso de comunicación:


  • Naturalidad: Actuar de la forma más natural posible.
  • Sinceridad: Creer en lo que se expone, siempre de forma objetiva, con una base que respalde las ideas o experiencias que se expongan. Aceptar los errores y reconocer el desconocimiento de algo.
  • Confianza: Si además de sinceridad somos capaces de transmitir seguridad en sí mismos, el poder de convicción será muy alto.
  • Entusiasmo y energía: Favoreciendo la comprensión del discurso y la participación en el mismo.

HABILIDADES SOCIALES:

Las habilidades sociales son conductas emitidas que expresan sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de un modo adecuado a la situación, respetando y resolviendo problemas surgidos, minimizando futuros problemas.



Nuestras conductas pueden ser:

  • Conducta Pasiva: Transgredir los propios derechos al no ser capaz de expresar abiertamente sentimientos, pensamientos y opiniones o al expresarlos de manera derrotista, con disculpas, con falta de confianza, de modo que los demás puedan de tal modo no hacerle caso.
  • Conducta Asertiva: Expresa de forma directa los propios sentimientos, deseos, derechos legítimos y opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin violar los derechos de esa persona.
  • Conducta Agresiva: Defiende sus derechos, sentimientos, opiniones y pensamientos de manera inapropiada e impositiva, transgrediendo los derechos de los demás.
Estrategias para hacer más eficaces las respuestas asertivas:

  • Tener un buen concepto de sí mismo.
  • Planificar los mensajes.
  • Ser educado.
  • Guardar las disculpas para cuando sean necesarias.
  • No arrinconar a los demás.
  • Nunca recurrir a las amenazas.
  • Aceptar la derrota cuando sea necesario.

ESTRATEGIAS PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN:

Empatía: Es la capacidad de ponerse plenamente en el lugar de la otra persona, es decir, de pensar, de sentir adecuadamente lo que ella siente.
Para lograr una empatía con los alumnos/as debemos interesarnos por sus problemas; adoptar un semblante sonriente y natural; recordar el nombre de la persona a la que nos dirigimos escuchando de forma respetuosa, mostrarnos como personas sinceras, procurando que la otra persona se sienta segura de sí misma.
Respeto positivo incondicional: Siendo nuestra mirada a la otra persona sincera y limpia de prejuicios.
Retroalimentación: Es la mejor estrategia de conocer la interpretación que el alumnado hace del mensaje. Puede ser:
  • Verbal: del/ de la docente al alumnado, o del alumnado al/ a la docente.
  • Escrita: como prueba de evaluación sobre un tema dado.
  • Gestual: gestos, miradas, etc.
Escucha activa: Haciendo preguntas y atendiendo a las respuestas, colocarnos en el lugar del/de la otro/a y desarrollando la empatía. Así, mejoraremos las relaciones humanas.
Algunas estrategias para mejorar la escucha activa son:
  • Mentalizarnos de la importancia de escuchar.
  • Respeto.
  • Expresar nuestra disposición a escuchar.
  • Mostrar una actitud receptiva con gestos.
  • No interrumpir.
  • No juzgar.
  • No ofrecer ayudas o soluciones antes de que nuestro/a interlocutor/a haya acabado.
  • No pensar en lo que vamos a decir mientras la otra persona habla.
  • No contra argumentar.
  • No hablar tanto.
  • Cuando hayamos escuchado debemos argumentar cómo respondemos.

HABILIDADES GENERALES:

Son las que se utilizan en cualquier situación de formación y que permite establecer un buen clima, motivar a los participantes, mantener el esfuerzo en el cumplimiento de objetivos y cerrar eficazmente la sesión.

Crear un buen clima: Estableciéndose relaciones amistosas. Cuando el clima es inadecuado, los/las alumnos/as no se sienten integrados, dificultando el desarrollo.
Saber motivar: Se debe poner en juego una serie de acciones con el objetivo que los/as alumnos/as se sientan partícipes en el proceso y deseosos de adquirir los conocimientos. Para ello, se aplicarán técnicas de motivación positiva antes de la realización de las actividades, como mostrar un ejemplo de lo que pueden conseguir si alcanzan los objetivos, beneficios adicionales, invitar a expertos para que cuenten su experiencia, etc.
Mantener la entrega: Para lograr mantener el interés de los/as asistentes:
  • Resumir lo aprendido hasta la fecha.
  • Volver a dirigirnos hacia los objetivos.
  • Animar a la participación constante.
  • Renovar las relaciones personales.
  • Recuperar los buenos sentimientos y la energía.
Finalización o cierre de la sesión: Los cierres defectuosos disminuyen el efecto del curso. Es necesario reservar suficiente tiempo para ello y evitar las prisas.
El objetivo del cierre es ayudar a diseñar un esquema global de lo aprendido y ofrecer alguna orientación para el futuro. Además, es aconsejable recordar las cosas buenas ocurridas y felicitar por los logros conseguidos.

A continuación podéis ver un vídeo acerca de la motivación. ¡Espero que os guste!

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