Al hablar de educación no podemos dejar pasar lo sumamente significativo del asunto; Educar es algo más que la transmisión de determinados conocimientos, algo más que la adquisición de destrezas sobre algo, conlleva implícitamente transferir los valores adecuados para llegar a ser buenos ciudadanos y mejores personas. El/la formador/a a través de su labor ha de saber utilizar adecuadamente las herramientas que permitan que futur@s polític@s, empresari@s, médic@s, y en definitiva todas las personas, aspiremos a convivir armónicamente en un clima de respeto profundo y sincero, dando oportunidad de integración en la sociedad al prójimo, prestando ayuda a las personas que lo necesiten, permitiendo la
igualdad de derechos para todos y cuidando el medio ambiente donde vivimos y en donde continuaran viviendo las futuras generaciones.
Sin duda es una labor que debe ser fomentada desde todos los niveles, de padre/madre a hijo/a, de empresari@ a emplead@... de persona a persona... pero cierto es, que siendo la formación una de las actividades que más tiempo ocupa en la vida de una persona, los/as formadores/as deben ser un ejemplo a seguir.